Ayer se estrenó en Netflix la que va camino de ser una de las películas del año: 'Blonde', protagonizada por Ana de Armas. Un biopic más oscuro y alejado de los que tenemos costumbre de ver en el cine, más orientado a desmitificar, que además está fantásticamente dirigido por Andrew Dominik.
En este sentido, el director quiso alejarse de la dulcificada y legendaria imagen de Marilyn, cuyo nombre real era Norma Jeane, para adentrarse en todo lo que había detrás de los focos, el lujo y la aparente felicidad.
En un viaje crudo e intenso por ese túnel de excesos, manipulación y tristeza, el cineasta australiano de 54 años se centró también en una parte de la vida de Marilyn que hasta ahora era algo tabú, y era el tema de los abusos sexuales hacia ella por parte de hombres poderosos de la época, entre ellos, el presidente de entonces de los Estados Unidos, John F. Kennedy.
Así describe Dominik esta dura escena entre Kennedy y Monroe, que para el director representa "la puntilla del icono".
Resulta que (ojo SPOILERS) todo ocurrió cuando en un viaje en avión privado, Marilyn se encuentra desplomada en el suelo del mismo, entre drogas y alcohol, y tiempo después, aparece en una cama. Sí, la cama del expresidente fallecido de EEUU.
Es entonces cuando Kennedy, quien está atendiendo una llamada de negocios, le dice a Marilyn "No seas tímida", metiéndole su mano debajo de las sábanas. Marilyn, que se encuentra algo aturdida por los efectos del alcohol y los barbitúricos, mueve su mano mirando a otro lado.
Pero lo fuerte llega ahora, cuando, según la película, Kennedy agarra la cabeza de Monroe llevándola hasta su miembro.
Un episodio durísimo que sirve para "poner fin a los mitos", según Andrew Dominik.